sábado, 7 de agosto de 2010

Selene

Selene está en un patio de colegio en una fiesta de fin de curso con unas compañeras que no querían que estuviese ahí. Ésta vez, el recinto abierto se convierte en la cancha de baloncesto de una Facultad cualquiera. Entra por una de las puertas laterales, que se abre a un pasillo mal iluminado por el que de vez en cuando pasa alguien andando rápido, todos se dan mucha prisa y evitan mirar uno de los lados, donde hay una reja semicircular grande.
Selene se acerca a ella sabiendo que es imposible no hacerlo, porque lleva años preparándose para este momento. Abre la puerta encajada hecha igual que la verja y entra en la galería de los presos que nunca escaparán. Tras unos metros de ocuridad, una luz cálida alumbra una oquedad central llena de agua de alcantarilla que separa dos secciones verticales de tres pisos dividos en innumerables celdas, algunas abiertas. En cada una se encuentra un suicida diferente, y un olor a suciedad y podredumbre se respira en un ambiente límpido como el agua cristalina. Uno de ellos sigue colgado del techo en el que se ahorcó, y parece que sonría. Otro se clavó un cuchillo; más allá alguien se cortó unas venas escuálidas, porque los gordos nunca se matan así. Cuando mira a su derecha, ve a un discapacitado intelectual estrábico de los dos ojos y con la columna curvada a la altura de las cervicales barrer un pasillo ennegrecido por el paso de los años y la muerte; y le sonríe como si los dos compartieran un secreto que a ella se le ha olvidado.
No sabe si ésto quiere decir que quien se suicida pasa a una muerte encarcelada, o si por el contrario se le abren las puertas, como las de las celdas de su alrededor. Por si las moscas, cuando sale va al cerrajero y se compra una llave maestra y un llavero grande.
Y cuando coge el cambio, cae en la cuenta de que todo el problema está en su nombre, así que mañana mismo tiene cita en el registro civil para cambiárselo e intentar escapar de una galería que se encuentra siempre a la izquierda en todos los edificios en los que entra.

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